18/12/08

Si pudiera ir a una exposición...

Iría a esta.


Está comisariada por Antonio Martín, y, además, en el enlace, se puede descargar un bonito archivo en pdf con unas cuantas portadas de muestra de revistas como Yumbo, Pulgarcito o Aventurero.

10/12/08

Roberto Segura

Reconozco que este cuaderno es un tanto curioso, y un punto caótico. Se nutre de comentarios sobre tebeos, es cierto, pero cada uno de ellos posee una naturaleza y encierra unos propósitos distintos. No es una página de actualidad -más que nada porque las noticias cuando se analizan se hace con retraso, y siempre a partir de información extraída de otras fuentes, nunca fruto de una exclusiva-, y tampoco puede ser entendida como una página de reseñas, pues las lecturas aquí tratadas no son tampoco novedades calentitas, y las entradas editadas se limitan a responder a la cuestión de si me han gustado o no, nada más.


Sin embargo hay noticias que es obligado comentar, sean o no del día. Hace un rato me he enterado, via La cárcel de papel, del fallecimiento de Roberto Segura, del que ya se han hecho eco también en Tebeosfera. Hace poco hablábamos del centenario del nacimiento de Josep Escobar, y decía yo que éste e Ibáñez eran los pilares de las publicaciones Bruguera que yo leía, pero que en casa preferíamos otras firmas, como la del propio Segura, sin ir más lejos. Y las razones eran muchas.
Las chicas guapas de Segura, tanto la señora de Alcorcón, como la novia de Rigoberto Picaporte, como Lily, o como las chicas de La Panda (Margie y Lupita) eran las más guapas de todas cuantas podíamos encontrar en las páginas de esas revistas. Era una belleza real, palpable, nada de exageraciones tipo Vázquez o Raf, féminas demasiado estilizadas, irreales. Además, al lado de sus ridículos partenaires todavía destacaban más.

Las viñetas de Segura eran puro dinamismo, eran pura diversión. Las persecuciones antológicas. Y cuando se empeñaba en que alguno de sus personajes hiciera el ridículo (siempre como consecuencia de patéticas aspiraciones sociales de tres al cuarto), lo lograba con creces.
Era bueno Segura, muy bueno. Cualquier día de estos, si la SGAE me lo permite escaneo algunas de sus mejores páginas y lo hablamos. De momento lo mejor que podemos hacer es leerle, y para aquellos que no sepan de qué les estoy hablando, pueden empezar por aqui.

4/12/08

Foto a foto

Fue noticia hace una semana, más o menos: la revista Life hacia accesible su archivo fotográfico a traves de Google. Concretamente aqui se puede consultar un extensísimo repertorio de instantáneas desde la década de 1860 hasta la actualidad. Como el vicio es el vicio, no he podido evitar buscar algunas relacionadas con la historieta. Y se encuentran cosas muy curiosas, desde un extenso reportaje a las sesiones de control del Congreso a las revistas de cómics en los años cincuenta hasta retratos de algunos ilustradores ilustres como este de Chester Gould en el jardín de su casa, junto al cementerio de víctimas de Dick Tracy, o este otro de Walt Kelly fumándose un habano.



Pero más curiosa es esta portada de la propia revista que data del 14 de marzo de 1988, cuando se cumplian cincuenta años del nacimiento de Superman. Su autor, un artista "hot" del momento: John Byrne.

20/11/08

Se busca... la provocación


Cuando reseño algún cómic, e intento explicar qué es lo que me gusta y qué es lo que no me gusta del mismo, procuro no desvelar demasiado acerca de su trama. En ocasiones es complicado no hacerlo pues las virtudes y los defectos se esconden también en el desarrollo del argumento. Hoy no va a ser el caso, hoy tenía previsto hablar de Wanted (Se busca), de Mark Millar y J. G. Jones, el tebeo que supuestamente ha inspirado una de las últimas películas de Angelina Jolie y Morgan Freeman, así que si no lo has leído tal vez no te convendría seguir leyendo.

En principio no tenia demasiado interés por dicho cómic, entre otras cosas por la mala pinta del trailer promocional de la película, precisamente, pero un conocido me habló bastante bien de él, y me lo vendió como una obra radical y transgresora. Una vez finiquitadas las ciento-y-pico páginas (extras incluidos) he de reconocer que los gustos de ese conocido distan bastante de los mios. ¿Transgresora? Yo entiendo como transgresora una obra que se sale de los límites que se suelen aplicar a las obras de género, entiendo que va más allá de manera justificada, porque la historia así lo exige, porque la evolución de los personajes obliga a la historia a virar de forma radical. Por lo visto, este conocido mio no lo ve igual, para él transgredir quiere decir soltar tacos sin ton ni son, salpicar de sangre viñeta sí y viñeta también, presentar a personajes "radicales" como un ser hecho de mierda u otro dominado literalmente por su lenguaraz entrepierna. Una sarta de tonterias que desvirtúa lo que podría haber sido una buena historia. De hecho, y aqui estoy de acuerdo con lo que dijo en su dia Álvaro Pons, el punto de partida, ese mundo sin superhéroes, derrotados definitivamente por sus archienemigos, que han pasado a controlar el cotarro, me pareció una excelente idea.
¿Es más adulto un cómic porque se utilice más veces la palabra "puta"? Tal vez si hubiera descubierto Wanted por mi mismo, sin recomendaciones de por medio, habría disfrutado más de su lectura.

19/11/08

La noticia del dia (de ayer)

Sí, exacto, vamos a hablar del Premio Nacional de Historieta. Como ya sabrá todo el mundo el galardón ha recaido en Arrugas, obra del valenciano Paco Roca editada por Astiberri en 2007. Ya el día anterior, el lunes, la agencia EFE hablaba de los tres favoritos a recibir tal distinción en su segundo año, uno era Roca, obviamente, y los otros dos Miguel Gallardo (Maria y yo) y Carlos Giménez (36-39: Malos tiempos). Al final, y según las noticias aparecidas ayer, se coló de rondón Alfons López y su particular homenaje a La familia Ulises.


Arrugas consigue así el que puede ser el máximo galardón que existe en España para una historieta. Un premio más para un tebeo que obtuvo en su momento dos estatuillas en el Saló de Barcelona, amén del Premio de la Crítica, y el reciente reconocimiento obtenido en Lucca. Se puede decir, pues, que Roca ha conseguido la unanimidad de los jurados y los votantes, ya que en las famosas listas de lo mejor de 2007 (me vienen a la cabeza la de Entrecomics, o la de La cárcel de papel), también estaba bien colocado.
Arrugas es un buen tebeo, no hay duda. Aborda un tema espinoso con tacto, sensibilidad y mesura. No abusa del drama, es cierto, y se basa, según declaraciones del propio autor, en vivencias de enfermos reales. Sin embargo, algo falla. El discurso es demasiado anecdótico, se apoya en exceso en momentos concretos, en hechos concretos (algunos demasiado increíbles, o fuera de lugar, como el famoso episodio de la escapada en coche), buscando mostrar, de ese modo, la evolución de la enfermedad en el protagonista. Un personaje éste un tanto plano, de quién conocemos bien poco, demasiado poco como para cogerle cariño, y que se ve rodeado de estereotipos (el deportista, el sinvergüenza simpático, la abuela que se niega a reconocer que no recibe visitas).


En el supuesto que yo hubiera formadoparte del jurado (algo que no pasará jamás, no os preocupéis) mi voto habría sido para María y yo. Teniendo en cuenta que narra también una experiencia vital con una persona discapacitada (en este caso una niña autista), el trabajo de Gallardo se presenta, en cambio, de un modo totalmente original, rompedor estética y narrativamente. Se inicia el relato a partir de unas vacaciones del propio Gallardo con su hija de doce años, María, y a renglón seguido toma ese punto de partida para explicarnos con profusión de detalles, con una implicación sentimental mucho más fuerte, el particular mundo de la niña.

Lo que sí que queda claro, con el fallo de dicho premio, es que Astiberri es la mejor editorial que existe actualmente en el panorama nacional, no hay más que echarle un vistazo a su catálogo para darse cuenta de lo que digo. No es casualidad que ambas obras, la de Roca y la de Gallardo, hayan aparecido bajo este sello, como lo han hecho las de Rubín, Alberto Vázquez, Alfonso Zapico, Mauro Entrialgo, o Ramón Boldú. Por no hablar de Trondheim, Peeters, Jason, Kuper, Delisle, o Katchor.

4/11/08

Solís en el laberinto de Las Hurdes

En la edición madrileña de Mondosonoro de este mes podéis leer un breve artículo sobre Fermín Solis y su nueva obra: Buñuel en el laberinto de las tortugas. Aquí, además, os reproduzco la entrevista íntegra.


Gually: El hecho de que este nuevo trabajo aparezca justo cuando se cumplen veinticinco años de la muerte de Luis Buñuel ¿Es casualidad? La obra, además, está editada (primorosamente) por una editorial institucional, ¿podemos entender que se trata de un encargo?, ¿cómo nació el proyecto?

Fermín Solis: Pues sí, todo es fruto de la casualidad. Igual que la película, que se hizo gracias al azar de un boleto de lotería premiado, este libro tiene un par de golpes de suerte a sus espaldas. Tengo que aclarar que no se trata de un encargo, yo estaba escribiendo el guión de mi nuevo tebeo y quería hacer algo un poco más profundo, cambiar de registro tanto en el guión como en el dibujo. Viajé por las Hurdes buscando una historia que contar. Las Hurdes están a menos de dos horas de viaje de donde vivo y yo nunca había visitado aquella región, pensé que tal vez podría encontrar una buena histora inspirada en aquel lugar, y fue allí cuando surgió el tema de Buñuel y la película que hizo en 1933. El libro iba a editarlo una conocida editorial de comics, ya estaban preparando hasta el contrato, pero un día al ir a buscar documentación a la Filmoteca de Extremadura, el director de ésta ojeó el proyecto y me comentó que en 2008 se cumplían 75 años del rodaje de la película "Las Hurdes tierra sin pan" y 25 años de la muerte de Buñuel. Se encaprichó con el proyecto y me dijo que la Filmoteca editaba el libro y que me subvencionaba todo el trabajo la Junta de Extremadura, con la condición de que el libro lo sacara una editorial extremeña. Yo acepté pero también puse una condición, total libertad para hablar de Buñuel y las Hurdes. La coincidencia de fechas fue el primer golpe de suerte, el segundo fue que el director del Centro de Documentación de las Hurdes buscaba un dibujante para plasmar en viñetas algunos fotogramas de la película, al hablarle del libro que estaba haciendo quedó encantando y también participó en el proyecto. A mí el hecho de que un hurdano como José Pedro Domínguez haya estado implicado en el proceso y que esté contento con el resultado final del libro es un honor.




G: Imagino que el proceso de documentación habrá sido exhaustivo, largo, e incluso tedioso en determinados momentos. ¿Cómo procediste?, ¿cual fue tu método de trabajo?


FS: A mí no me resultó nada tedioso, es más me ha gustado tanto que no descarto continuar haciendo tebeos que precisen documentación, he aprendido cantidad de cosas del París de los años 30, de la Segunda República, del mismo Buñuel… Hay muchos detalles en el libro y guiños a los conocedores del peculiar mundo de Buñuel y su obra. Como dices ha sido un trabajo exhaustivo y minucioso. Busqué documentación en muchos sitios y hablé con mucha gente que había escrito sobre Buñuel o Las Hurdes. Procuraba alternar la escritura del guión con el dibujo o hacía pequeños story boards y luego los pasaba a limpio. Soy incapaz de escribir todo el guión detalladamente de principio a fin, aunque tenía claros cuales iban a ser los tres bloques principales de la obra desde el principio.



G: La complejidad de Buñuel como artista y su prestigio ¿no te asustó? ¿cuáles son las principales diferencias entre trabajar con personajes totalmente ficticios –creados por ti-, a hacerlo con personajes reales, con toda su biografía a rastras?


FS: No me asustó porque para mí Buñuel y su obra eran completos desconocidos, si tuviese que empezar ahora mismo con todo lo que sé sobre Buñuel me daría pánico, no sabría cómo plasmar una personalidad tan compleja y contradictoria. Desde el primer momento pensé en Buñuel como un personaje ficticio, como si fuese cualquier otro de mis personajes y lo mismo hice con Ramón Acín y con los otros miembros del rodaje (de los que por cierto apenas existen datos biográficos) Lo que hacía era que les iba dando rasgos de su biografía a su personalidad. Hace poco he leído Louis Riel y Chester Brown debió hacer algo parecido, crear un personaje basándose en un montón de datos biográficos.


G: Tu estilo de dibujo para Buñuel en el laberinto de las tortugas es bien diferente a tus tebeos inmediatamente anteriores (Las pelusas de mi ombligo o Lunas de papel). Así lo requería la historia ¿no? Un trazo más fino, más elegante, más cuidado, menos espontáneo ¿estas de acuerdo?

FS: Tuve que adaptar el dibujo a la historia que iba a contar, necesitaba dibujar personajes más realistas, cosa que me resulta bastante difícil, además tenía que dibujar París en los años 30, eso precisaba muchísima documentación y el paisaje hurdano, las alquerías, cabras, burros… El rostro de Buñuel sufre una evolución desde las primeras viñetas a las últimas. Esa asimetría suya… De nuevo he trabajado en un formato grande que permite hacer un dibujo más detallado, aunque hasta que di con el estilo que buscaba empecé el tebeo como 3 ó 4 veces, de hecho tengo toda la parte de París dibujada en otro estilo, con plumilla y aguada, pero al final lo descarté y volví a empezar con el estilo que se ve en el libro.

G: Las buenas críticas supongo que siempre sientan bien, y este libro en concreto ha sido muy bien acogido. ¿Estamos más predispuestos los críticos/teóricos/periodistas a elogiar un cómic con un argumento dramático que a una comedia? ¿entiendes que se ha prestado mayor atención a Buñuel en el laberinto de las tortugas que a tus otros cómics?

FS: Uno de los mayores elogios que he recibido por el libro ha sido un correo que me envió Max al que le encantó el libro. Él hasta ahora (creo) no se había fijado demasiado en mi obra. Algo así ha sucedido con la crítica. Se ha prestado mayor atención a este libro, pero por otra parte es algo lógico, por un lado los lectores y críticos que siguen mi obra desde el principio estaban esperando algo así, un paso adelante, una obra más madura. Por otro lado otros medios como la prensa o la televisión que ahora hablan de lo tebeos porque está de moda, han visto en el libro algo atractivo, el formato, está bien editado, Buñuel sigue siendo una figura muy importante… Si ha salido una reseña hasta en Esquire. Respecto a si los críticos elogian más una obra con argumento dramático, creo que en la mayoría de las ocasiones así es.

29/10/08

1908 - 1958

¿Hay alguien ahi? No sé muy bien si todo lo que aquí expongo lo lee alguien, aparte de mí, claro. Al no ser un blog comiquero centrado en las novedades ni en las noticias pues aporta más bien poco, viene a ser un rinconcito donde hablo (casi) solo. En fin, eso no impedirá que siga escribiendo sobre tebeos siempre que me venga en gana, y si el resultado es o no interesante pues que lo juzguen los demás.

Los lectores de historietas no podemos obviar que detrás de nuestro vicio, nuestra afición, existe un componente nostálgico ciertamente importante. Y hoy, llevado por ese sentimiento, me asomo a mi tribuna para conmemorar dos aniversarios que merecen celebración pública, y también privada. El primero, el centenario del nacimiento de Josep Escobar, el popular responsable de Zipi y Zape, Carpanta o Petra, criada para todo. Escobar era, para mi, uno de los pilares de las revistas Bruguera que consumiamos en familia (el otro, como no, era Ibáñez). Eso no significa que fueran estos mis dos autores favoritos. De hecho Raf, Segura, Jan, Vázquez o Fresno (el de Benito Boniato) me gustaban bastante más. Sin embargo Escobar era una presencia constante en cualquier cabecera de la editorial. Reconozco que de entre sus creaciones prefería a los personajes menos populares, entre otras cosas porqué Carpanta y los hermanos Zapatilla (los hijos de Don Pantunflo, vamos) me sonaban reiterativos. El primero siempre hambriento, soñando con pollos y bocatas, y los segundos obsesionados con el futbol y con eludir el cuarto de los ratones. Con el tiempo, descubrí que tanto uno como los otros eran consecuencia lógica de la posguerra, y leyendo ejemplares antiguos de Pulgarcito conocí el verdadero carácter del universo de Escobar. También me ayudó, y mucho, el libro de Joan Manuel Soldevilla El pare de Carpanta i Zipi y Zape.

Se cumplen también ahora cincuenta años desde la primera aparición de Los pitufos, la obra maestra de Peyo. Sí, obra maestra, ni me he equivocado ni exagero. Obra maestra del tebeo juvenil, claro. Como Spirou y Fantasio, como Tintín, como Astérix. Junto con Las aventuras de Johan y Pirluit (magníficos El sortilegio de Malasombra o El anillo de los Castellac), los álbumes de Los Pitufos realizados por Peyo -dejemos de lado los producidos tras su fallecimiento-, son un ejemplo excelente del buen tebeo para menores. Son divertidos, entretenidos, trepidantes y críticos. A mí, en concreto hay uno que me alucina cada vez que lo releo. Es Pitufo verde y verde pitufo, o hasta donde puede llegar la estupidez de las personas. Y le tengo especial aprecio porque lo considero el mejor ensayo para entender el absurdo conflicto lingüístico que se vive, de vez en cuando, en Valencia a propósito del valenciano y el catalán.

23/10/08

Premiando

Bueno, faltan más o menos dos meses para que cerremos 2008, y como viene siendo habitual ya se empiezan a anunciar premios y nominaciones. A mediados de septiembre, por ejemplo, conocimos la lista de galardonados por "la crítica", entre ellos Toni Guiral, o Paco Roca y su Arrugas, un buen cómic, sin duda, pero cuya acumulación de galardones habla bien a las claras del déficit de la producción tebeística nacional.


Hace una semana, más o menos, también se hicieron públicos los ganadores de los premios Haxtur (¿cuantos de éstos tendrá ya José Luis García-López?), y ayer mismo supimos cuáles son las nominaciones para los premios Expocómic. Tras la selección del jurado les toca el turno ahora a los los aficionados que tendrán que elegir a sus favoritos en esta página. Yo ya he votado, y lo he tenido bastante claro, la verdad.
Como mejor obra nacional he optado por María y yo, aunque no he leído ni el trabajo de Max Vento ni la última entrega de Los Reyes Elfos. También he elegido a Gallardo como guionista a la espera de La cuenta atrás, pues -conociendo los títulos anteriores de Portela, sobre todo Impresiones de la isla- seguro que es más que interesante. De entre los dibujantes he seleccionado a Ibáñez, aunque aquí no lo tenia demasiado claro (Martín y Aja me han sorprendido agradablemente), y para autor revelación al ilustrador de la estupenda La tempestad, Javier Peinado. Por cierto ¿cómo no le han caído más nominaciones a este tebeo?¿Y qué hay de Café Budapest?¿Y de Buñuel en el laberinto de las tortugas?


Las categorías internacionales son arena de otro costal. Para empezar hecho en falta varias obras excelentes, empezando por Fun home, o Reyes disfrazados, y acabando por Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Bill. De hecho la gran mayoría de guionistas y dibujantes pertenecen al mainstream superheroico, y exceptuando Lost girls y RG, lo mismo pasa con los títulos nominados. Cosas del jurado.

Por último, y tras votar por Adobo como fanzine -él único que he podido hojear-, he elegido Con C de arte como mejor web. Y lo he hecho pese a guiadelcomic.com y entrecomics.com, ambas magníficas. Y lo he hecho por entradas como ésta, o como ésta, o como ésta. Con C de arte es la web que me gustaría hacer a mi.

15/10/08

Ni señal ni ruido

Hace algunos años colaboré regularmente en la fenecida http://www.laguiadelcomic.com/, una interesante página web nacida a partir de la experiencia previa de la revista Volumen. Mi principal contribución era en la sección de reseñas, en la que debía valorar diferentes novedades editoriales, puntuándolas y exponiendo porqué las consideraba buenas lecturas, o porqué no. Pese al excelente modelo que suponían los escritos de algunos de mis compañeros de redacción, por denominarlos de alguna manera (gente como Luis J. Menéndez, Álvaro Pons, Alfons Moliné o Breixo Harguindey), no siempre me resultó fácil justificar el número de estrellitas (de cero a cinco, creo recordar) que le asignábamos a cada obra. Y no resultaba sencillo porque en ocasiones no sabía muy bien -y sigo sin saberlo- cómo expresar el motivo, o los motivos, por el que un cómic determinado me atraía o me repugnaba, me gustaba o me dejaba indiferente. ¿Es el dibujo?¿es el guión? Un buen crítico, y la palabra en sí no tiene nada de peyorativa, aceptémoslo ya de una vez, posee capacidad y conocimientos suficientes para explicar qué encuentra de positivo entre las páginas de un tebeo, dejándo de lado en la medida de lo posible sus filias y fobias personales.



Ayer mismo leí la última página de Señal y ruido, una de las primeras colaboraciones entre Gaiman y McKean. Con anterioridad, y pese a tratarse de obras posteriores cronológicamente, había disfrutado de su trabajo en Casos violentos, Mr. Punch o, por supuesto, Sandman, así que se puede decir que estaba predispuesto a que este nuevo título me gustara igualmente. Sin embargo la cosa no ha ido demasiado bien. Casi desde el principio me he sentido totalmente desconectado, como a cientos de kilómetros de lo que me estaban contando. Para empezar, la historieta previa incluida como extra no la entendí, no me enteré de nada, o de muy poco, y durante su lectura tuve la sensación de que las ilustraciones de McKean tenian poco que ver con los textos. No sucede lo mismo en el resto del libro, es cierto, ahí sí que fluye la colaboración entre ambos, aunque de manera un tanto irregular. Mientras que los monólogos del protagonista, y sus conversaciones telefónicas, es decir, su relación con el resto del elenco, me resultan interesantes (la aceptación de la enfermedad, la superación de la misma a través del trabajo creativo), no sucede lo mismo con el reiterativo guión cinematográfico que el propio personaje está escribiendo. Que si el Apocalipsis, que si el fin de la vida, que si el más allá, todo muy trascendental pero muy aburrido, muy evidente. En algún momento determinado me perdí y a partir de ahí el resto de la lectura fue cuesta abajo.
Bien, pues aquí quería llegar yo, a este punto. ¿Quién tiene la culpa de esa lectura fracasada -para entendernos-? ¿Yo, que no he sabido captar aquello que pretenden transmitirme los autores? ¿O Gaiman y McKean? Señal y ruido no está mal dibujado, ni tampoco mal escrito, parte de una idea que me interesa, que es suficientemente atractiva. ¿Dónde está el problema? Seguiremos pensando en ello.

10/9/08

El triste retorno

Bueno, pues ya estamos de vuelta. Ha sido mucho tiempo, cerca de dos meses sin acercarme por aquí, y cuando vuelvo me encuentro con dos importantes ausencias en esta blogosfera tebeística. Una la del compañero Sergio Morales, responsable de Tirafrutas, y la otra la de José A. Serrano, que venía dictando sus lecciones magistrales para los no iniciados en la web de 20 minutos. No sé como tomármelo, eran dos visitas casi diarias, eran dos blogs muy bien escritos, informados y entretenidos. No sé, una verdadera lástima. Un hueco difícil de llenar.

8/7/08

Leyendas en el exilio

Curioseando por la blogosfera me encontré ayer con esta foto que data de 1992. En pleno estallido de Image, cuando las estrellas del firmamento superheroico se largaron para fundar su propia editorial, otros cinco nombres, ya veteranos, y plenamente reconocidos, decidieron coger los trastos y crear el sello Legend para Dark Horse. Frank Miller, John Byrne, Geof Darrow, Mike Mignola y Arthur Adams. Desde entonces suertes desiguales para cada uno de ellos. Mientras Miller y Mignola han conseguido, gracias al cine, entre otras cosas, dar mayor lustre a su firma, otros, y estoy pensando sobre todo en Byrne y en Adams, han pasado a un segundísimo plano.

6/7/08

Tintín ya no vive en Moulinsart


Ya lo comentó Álvaro Pons hace unas cuantas semanas, y supongo que el siguiente texto ya habrá circulado bastante por la red, pero no está de más que conozcamos directamente la versión de los implicados. Son Antonio Altarriba y Paco Camarasa, autor y editor, respectivamente de Tintín y el loto rosa. Por cierto, el título de la entrada es suyo también.

"Queridos amigos:

A finales de 2007 y con motivo del centenario de Hergé publiqué un libro en Ediciones de Ponent titulado Tintín y el loto rosa. Se trata de un homenaje a un autor que admiro y en el que agrupo varios ensayos así como un relato de ficción donde presento a Tintín doce años después de la muerte de su autor. Alejado de la aventura y de sus justicieras resoluciones, el mundo de nuestro héroe se ha venido abajo. Haddock ha caído en el alcoholismo, el profesor Tornasol ha ingresado en una sanatorio psiquiátrico y –lo peor- Milú ha muerto. En un intento de superar la depresión, Tintín recupera su profesión de reportero. Pero los tiempos han cambiado y sólo encuentra trabajo en la prensa sensacionalista del corazón. A partir de ahí lo embarco en una aventura muy “tintinesca” en la que, escéptico y adulto, acaba iniciándose en el sexo.

Conocedor del rigor con el que la Sociedad Moulinsart gestiona los derechos de la obra de Hergé, utilicé como ilustraciones antiguos trabajos de Ricard Castells y cuadros alusivos del pintor hiperrealista Hernández Landazábal. El conjunto, primorosamente maquetado por Cristina García Lautre, se convirtió en un volumen cuidado y elogioso con la obra de Hergé. Sin embargo tanto Ediciones de Ponent como yo mismo no tardamos en tener problemas. Moulinsart presionó a la FNAC para que retirara el libro de sus estanterías. Gracias a la rápida reacción del abogado de De Ponent, logramos que la FNAC reconsiderara su decisión y repusiera los libros. Pero a las pocas semanas Moulinsart volvió a la carga y, si bien no encontró “delito” en las ilustraciones utilizadas, consideró que mi relato “pervertía la esencia del personaje”. Para no ir a juicio nos ofreció el siguiente acuerdo: mantener en distribución el libro hasta que se agotara y renunciar a cualquier reedición posterior. A la vista de la legalidad vigente y siguiendo los consejos de nuestro abogado, tanto Ediciones de Ponent como yo hemos aceptado el acuerdo. Quedo por lo tanto como delincuente en ciernes, pervertidor potencial de Tintín y con un libro, del que ya quedan pocos ejemplares, condenado a no volver a ver la luz.

Disfrutad de las viñetas mientras podáis o hasta donde os dejen sus derechohabientes y mucho cuidado con los modelos en los que os inspiráis, las alusiones que hacéis o las referencias que utilizáis".

28/6/08

Lecturas para la ministra

Supongo que habréis oído las declaraciones de la Ministra de Igualdad acerca del uso del velo. Yo no sé demasiado sobre el tema, pero creo que a Bibiana Aído le vendría muy bien leerse dos tebeos en cuestión. Uno El caso del velo, de Petillon, una divertidísima sátira acerca del monumental lío que tiene en Francia con el "hiyab", el "burka" y el "chador". Y el otro es El fotógrafo, de Guibert y Lefèvre, en el que -en el segundo volumen- hay una interesantísima conversación entre los protagonistas sobre las razones que llevan a las mujeres musulmanas a cubrirse de pies a cabeza.


21/6/08

Desde Babelia

El ejemplo perfecto de lo que comentaba en la última entrada lo tenemos hoy en la sección "Sillón de orejas" de Babelia, el suplemento cultural de El País. Rodríguez Rivero habla a menudo sobre tebeos, y su criterio, para mí, tiene cierto peso. Sin ir más lejos Fun home también me ha parecido uno de los mejores cómics de lo que llevamos de año. Recomendar no hace daño a nadie.

18/6/08

Ayer me compré tres cómics

"¿Y a mi qué?", diréis. Bueno, pues no sé... este es mi blog y me apetece explicar (a todos los interesados, si es que los hay) las razones que me empujaron ayer a agenciarme tres bonitos tebeos que pretendía desde hace ya unos días. Aquellos que, como yo, vivís en ciudades medias donde la presencia de librerías especializadas no es habitual, sabréis que es difícil adquirir las novedades cuando acaban de salir al mercado. Yo por ejemplo suelo pasearme por dos de las librerías (normales y corrientes, para entendernos) que hay en mi ciudad, y que suelen tener una limitada, aunque acertada, selección de material. Lamentablemente las novedades, como digo, suelen tardar unos cuantos días, eso si están editadas por Norma, Planeta, Glénat, Astiberri o La Cúpula, aunque de éstas tampoco llegan todos los títulos, y si hablamos de cosas más minoritarias ya ni os cuento. Sin ir más lejos tengo todavía pendientes de comprar el ejemplar de la revista Mondo Brutto donde salía la entrevista com Beà, Las aventuras de Cacauequi, o el último tomo de Peanuts.

Bueno, pues ayer pasé por uno de esos establecimientos y me hice con el número dos de Lost Girls, además de Sky Masters of the Space Force, y de El judío de Nueva York; en resumen, la segunda entrega de una miniserie de la que todavía no he leído el primer tomo, la recopilación de unas tiras de prensa que sólo conocía por reseñas concretas en algun texto biográfico sobre Kirby, y una novela gráfica de un autor, Ben Katchor, del cual sabía gracias a la magia de internet y a algún que otro artículo sobre la que al parecer es su obra cumbre, Julius Knipl. ¿Qué oscuras razones me empujaron entonces a gastarme más de sesenta euros con referencias tan peregrinas? La explicación es bien sencilla, me he fiado del criterio ajeno, me he fiado de lo que han dicho otras personas que saben bastante más que yo, y con las que suelo coincidir en cuestión de gustos.


Con Lost Girls no había demasiadas dudas. Considero a Alan Moore uno de los mejores escritores de la historia del medio, al menos dentro de la vertiente que él cultiva (otro día me explicaré mejor, pero creo que es muy difícil comparar el trabajo de Moore con, por poner un ejemplo, Charlier, otro de los grandes, ya que sus motivaciones, sus anhelos, sus objetivos como guionistas son muy diferentes), así que no tuve que pensármelo demasiado. Las dudas me asaltaban con los otros dos cómics. He de reconocer, con las mejillas enrojecidas, que al acabar el año, cuando se multiplican las listas que recojen los mejores tebeos publicados, me cabreo mucho si no conozco todos y cada uno de los cómics que se nombran, al menos en las listas de aquellos críticos/teóricos/periodistas con los que me identifico. Me pasa lo mismo con las películas. Suelo leerme las críticas de El País de los viernes, consulto los cuadros de estrellitas del Fotogramas y del Magazine de El Mundo, y me fio bastante del criterio de gente como Jordi Costa, Jaume Figueres, Nuria Vidal o Manuel Hidalgo, sabiendo de qué pie cojea cada uno de ellos, cuales son sus preferencias, y qué aspectos de las películas valoran más.



Lo reconozco: el dibujo de Kirby para Sky Masters me gustaba pero me acabé de decidir por la reseña que hizo Pepo Pérez el otro dia; tenía mucha curiosidad por leerme El judío de Nueva York, pero fueron cruciales las palabras del propio Pepo y de Álvaro Pons. Y porqué no me iba a fiar si gracias a ellos, y a gente como Santiago García (alias Trajano Bermúdez) o Pepe Gálvez, he descubierto historietas que me habrían pasado desapercibidas. También me he llevado decepciones gordas siguiendo las recomendaciones de unos y otros; me vienen a la cabeza Kiki de Montparnasse o La voluptuosidad. No estoy diciendo por lo tanto que las reseñas positivas de determinadas personas me lleven, con los ojos cerrados, a agenciarme el cómic en cuestión, o a no comprármelo en el caso de que a ellos no les haya gustado. Tampoco estoy responsabilizando a los demás de mis desaciertos, que cada palo aguante su vela, como decía José Mª García. Tengo mi propio criterio, gracias a Dios, mis propios gustos, mis propias inquietudes. Sólo digo que la palabra de la crítica (siempre que ellos se entiendan así, como críticos) es útil para los aficionados, es necesaria. Allá cada cual con lo que haga con ella.

12/6/08

¿Podemos?

Cada dos años toca un Mundial o una Eurocopa. Eso significa que las tiendas de electrodomésticos empiezan a regalar televisores si España llega a la final, significa también que Babelia le dedicará su portada a la relación del fútbol con la literatura, y que Marca y todos los programas deportivos de la radio (desde largueros hasta tirachinas), después de haber dado la murga al personal y de haber vendido mucho humo, además de muchos periódicos y minutos de publicidad, empezarán a maldecir al seleccionador de turno si no pasamos de cuartos. Para no ser menos un servidor, llevado por el fervor patriótico del 4 a 1 contra los rusos, desea ceder su espacio al deporte rey. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que buscar los tebeos balompédicos que más me hayan gustado? Yo no conozco otra.

Empecemos con El año que fuimos campeones del mundo de Ulf K., el primer tebeo que se editó en castellano de este dibujante germano. Un breve y simpático relato nostálgico que rememora el verano de 1974 cuando la República Federal de Alemania, selección anfitriona de la fase final, se proclamó campeona del mundo. Aquí el balón es una mera excusa, pues los temas importantes son otros: la inocencia, la belleza de las cosas sencillas, la importancia de la amistad en los años de colegio, una serie de ideas muy bien apuntadas, sin mayor ambición.


Otra lectura futbolística altamente recomendable es un clásico hoy tristemente olvidado: Pepe el hincha del simpar Peñarroya. En la época en la que nace este personaje, la década de los sesenta del siglo pasado, el fútbol en España era un auténtico fenómeno de masas; estamos hablando de los años en los que el Real Madrid empezó a ganar Copas de Europa, cuando el propio combinado nacional se llevó el único título de toda su historia, si no contamos las medallas olímpicas, claro. El fútbol podía servir al régimen franquista para entretener al ciudadano de pie, de acuerdo, pero también determinados movimientos sociales y políticos convirtieron los estadios en lugares donde reivindicar determinados derechos inexistentes por estos andurriales. Pepe el hincha, que ejerció de árbitro, de directivo e incluso de jugador, no fue el único personaje de historieta relacionado con el balompie, pero sí el más divertido, relamido y sufrido de todos. Mira que recibió pedradas y patadas, y ahí siguió animando al F. C. Pedrusco de sus amores. Un precedente directo de Curro Córner y Pepenalti.

Para el final he dejado el más impactante de todos. No es precisamente un gran tebeo, me atrevería a afirmar incluso que es bastante flojo, y que no ha resistido demasiado bien el paso del tiempo, sin embargo en sus páginas se oye el clamor del público y se aprecian al milímetro las estrategias de los entrenadores. Su título: Eric Castel, obra de Raymond Reding y Françoise Hugues, una serie que alcanzó los quince álbumes, más un especial fuera de colección, entre 1979 y 1992. Importada a principios de los ochenta por Grijalbo conoció un significativo reconocimiento en Cataluña ya que Castel, una futbolista de gran calidad, era jugador del F. C. Barcelona (después fichó por el PSG, pero allí sólo duró dos temporadas, y rápidamente volvió al Camp Nou). Es el tebeo que mejor ha reflejado la dimensión deportiva del fútbol, así como la tensión que existe sobre el cesped en los partidos importantes. Por desgracia el peso de los guiones solía descansar sobre historias de misterio con un grupito repelente de niños que fastidiaban a menudo la fiesta. A partir del mes de julio Norma Editorial tiene la intención de reeditarla al completo, ahi veremos si Castel sigue en forma.

10/6/08

La primera historieta de Superman

El pasado 8 junio Superman cumplió 70 años y a mí se me ocurrió volver a hojear estas páginas.



Ésta fue, en efecto, la primera historieta de Superman (perdón, Supermán) que leí. "Las nuevas vidas de Supermán" era su título, y fue editada en castellano por Editorial Novaro con fecha de 30 de julio de 1975. Como era costumbre de la casa los autores no estaban acreditados, aunque en ejemplares posteriores que todavía conservo -de 1977 en concreto- sí aparecen los nombres del guionista y del dibujante al menos.
El relato arranca con una situación típica: el Hombre de Acero se ha encontrado un extraño recipiente que contiene "una sustancia de terribles efectos" y sin perder ni un minuto acude hasta el cuartel secreto más cercano (para él evidentemente no es secreto) para entregarlo a las autoridades militares. A renglón seguido dichas autoridades se dedicarán a experimentar con la dichosa sustancia para averiguar cuáles son sus componentes, y pese a lo arriesgado del asunto no se les ocurre otra cosa que invitar a la prensa cuando están en medio de una de esas pruebas científicas. Como no podía ser de otra manera se produce un accidente en plena demostración y Clark Kent se queda ciego (o eso quiere hacer creer a sus congéneres). Debido a su nueva condición ya no puede ser periodista, así que cambia de identidad secreta y busca nuevos empleos: primero de mayordomo (con bigote), y más adelante como locutor de radio (con monóculo) en Londres.
No acaba ahí la cosa, pero los capítulos siguientes van por los mismos derroteros. Todo muy surrealista, con un tono a medio camino entre la comedia y la historieta de aventuras; planteado, desarrollado y concluido en un suspiro, sin dar casi tiempo al lector a asimilar la enorme cantidad de acontecimientos que se van sucediendo. Otros ya lo han explicado mejor que yo, pero el aroma de estos viejos tebeos es en cierto modo indescriptible, muy ingenuo, muy agradable. Estoy deseando que la edición completa de Action Comics que tiene entre manos Planeta llegue a la década de los cincuenta, puede ser bien bonito.
¡Ah! y de complemento Tomás Mañana.

6/6/08

Esperando a Corben

Corben, Richard Corben. De él se está hablando mucho y muy bien esta semana, cuando se cumplen cuarenta años desde su debut. La propuesta ha surgido del blog de Jeremy Brood, y poco a poco se han ido incorporando diferentes opiniones, la de Álvaro Pons, la de Pepo Pérez, la de Rafael Marín, la (curradísima) del tio Berni, etcétera, etcétera. Aproximaciones a la obra de Corben desde diferentes puntos de vista, primando en algunos las emociones lectoras, en otros la nostalgia y en la mayoría el análisis de los títulos más destacados (Bloodstar, Vic and Blood, Den, Mundo mutante).


He asistido a ese repaso con cierta envidia, y mucha vergüenza. ¿Os podéis creer que la primera historieta que leí de Corben fue su colaboración en aquel panfleto bienintencionado titulado Heroes for hope? Recuperé con mucha suerte, y mucha pasta, la segunda y la tercera entrega de la saga de Den, y leí de prestado, con años de retraso, algunas de sus grandes obras. Y después... Hulk: Banner, Hellblazer, Cage, La casa en el confín de la tierra. Algunos verdaderamente dignos, otros meramente alimenticios. Y ahora La guarida del horror, un trabajo irregular, como cualquier antología (sí, ya lo sé, esa es una frase hecha usada en mil y una reseñas). Eso habla bien a las claras de mis conocimientos acerca de él, escasos, desperdigados, desordenados, incompletos. Sigo esperando a Corben, al verdadero Corben, todavía no he tenido el placer de conocerle en condiciones.

A por el premio


Ayer mismo se hicieron públicas las bases del Premio Internacional Fnac-Sinsentido de Novela Gráfica, una convocatoria nacida en 2007, cuando el premiado fue el excelente ilustrador argentino Jorge González. Aquí podéis consultar los requisitos de entrega. Quedan más de cinco meses, pero hay que ponerse a trabajar ya. Yo me presentaría, pero... ¿quién me hace los dibujitos?

2/6/08

By Vázquez

En el suplemento Domingo de El País perteneciente al pasado 1 de junio apareció un pequeño artículo de Enric González dedicado a Manolo Vázquez, el creador de, entre otros muchos, "La abuelita Paz" o "Anacleto, agente secreto". No es la primera vez que González dedicada su sección a un dibujante de historietas; no hace mucho describió las virtudes de Bill Watterson, por ejemplo. Sin embargo en esta ocasión lo hizo de un modo diferente, de un modo más personal, básicamente porque Vázquez forma parte de sus lecturas de infancia, y eso marca, y mucho, y también porque su padre (el de Enric González, me refiero) trabajó en la editorial Bruguera. Como no podía ser de otra manera, en dicho artículo se comentaban algunas de las leyendas sobre el gran dibujante madrileño, desde su relación con los acreedores hasta alguno de los negocios que montó, mitos y rumores que nos presentan a un Vázquez pícaro, caradura y aprovechado, el mismo que protagonizaba aquellas divertidísimas "Historias del Tio Vázquez" o que vivía en lo más alto de "13 Rue del Percebe". Las anécdotas sobre este vividor darían para mucho si alguien se atreviera a glosarlas.


En 2005 apareció bajo el paraguas de Sins Entido un interesante librito de Enrique Martínez Peñaranda sobre la carrera de Vázquez, incluyendo pequeñas reproducciones de sus primeros trabajos. Son recientes también los trabajos de Antoni Guiral alrededor de la Escuela Bruguera (me gusta mucho esa denominación de origen, aunque toda generalización sea incorrecta) en los que se incluye un certero análisis de la figura y el genio de dicho historietista. Aproximaciones muy interesantes que apuntan lo que podría ser una gran biografía. Me encantaría que del mismo modo que Pierre Assouline se atrevió con un mito como Hergé, o David Michaelis con un referente como Charles Schulz (¿se publicará algún día en castellano?), alguno de nuestros historiadores se acercara con paciencia y tino al padre de las Hermanas Gilda.

28/5/08

El verdadero arte de Moebius

El mítico Jean Giraud "Moebius" fue el invitado estrella del pasado Saló del Còmic de Barcelona, celebrado ya hace más de un mes. Se paseó por los stands, ofreció una breve charla en una sala de actos realmente abarrotada (¡anda que menuda salita de estar!) y dedicó unos cuantos dibujos a los aficionados. La primera sesión de firmas fue el sábado 19 por la tarde, a partir de las siete. Para entonces Norma Editorial ya había adjudicado los turnos a los veinte agraciados que verian garabateado su álbum preferido por el gran dibujante francés, después dependería de la voluntad del señor Giraud si la sesión de firmas se alargaba a alguien más. Nosotros, por si acaso, decidimos hacer cola para ver qué pasaba, y nuestra espera fue recompensada, ¡y de que manera!.


Efectivamente, nos hizo una lunita y una estrellita, además de su valiosa firma. No, el retrato de Blueberry ya venia impreso.

21/5/08

Tintín y los coleccionistas






Ya no existe ninguna duda de que la historieta está viviendo actualmente una paulatina normalización mediática y académica. La cada vez mayor atención de los periódicos, de algunos programas de televisión y de radio, de las universidades, de las grandes superficies, de las editoriales tradicionales (y entiéndanse como tales a aquellas que nunca antes habían visto en el cómic posibilidad real de negocio), son síntomas evidentes. La proliferación de salones, jornadas, conferencias o exposiciones en cualquier rincón de España también hay que entenderla en ese sentido. Sin ir más lejos en Valencia se celebró el pasado fin de semana el primer salón del manga, al mismo tiempo que se inauguraba en el Octubre Centre de Cultura Contemporània una excelente muestra sobre Hergé.

“Tintín en el món d’Hergé. Col·lecció Jordi Tardà” se nutre, tal y como señala el título, de las diferentes piezas que el periodista y promotor musical Jordi Tardà ha conseguido recopilar en su carrera como hergeólogo –y no sólo tintinólogo-. En ocasiones se puede creer que este tipo de exposiciones sólo tienen interés precisamente para los seguidores acérrimos del maestro belga, muchos de los cuales no son consumidores habituales de historietas. Aún siendo cierta, en parte, dicha afirmación, no se debe olvidar que Hergé es uno de los grandes narradores que este medio ha dado, y sus trabajos, independientemente de gustos, han influido a generaciones y generaciones de dibujantes.
Todo este aburrido preámbulo es para llegar a donde quería, a recomendar efusivamente la visita a dicha muestra. Tras recalar en Girona, y después en Madrid, atraca ahora en Valencia con algunas piezas asombrosas: páginas y esbozos inéditos pertenecientes a una inacabada historieta que estaba siendo escrita por Greg; retratos personales de la primera esposa de Hergé; álbumes dedicados al rey Balduino; planchas pertenecientes a la editorial Casterman, y otras tantas maravillas.

¿Se me nota mucho mi pasión por Tintín?

RG: Thierry


Es una anécdota sin importancia, pero que sepáis que en la detención de la cúpula etarra han intervenido los colegas de Pierre Dragon.

16/5/08

Viajando en el tiempo


Esta misma semana, justo cuando se ha confirmado el proyecto de adaptarlo al cine, he acabado de leerme El Eternauta, la magna obra de Oesterheld y Soriano López. Hasta ahora sólo la conocía por algunos artículos y poco más, algún fragmento por aquí, alguna pista por allá. Esa ausencia iba creando una curiosidad cada vez mayor, acrecentada, como digo, por las excelentes referencias que me llegaban, una de ellas un extenso artículo de la revista Yellow Kid de hace ya algunos años. Lamentablemente dichas expectativas no se han visto satisfechas y he salido algo trasquilonado de la lectura. Las razones son vagas, un tanto inconsistentes, reconozcámoslo, pero el viaje de Juan Salvo no me ha dejado tan buen sabor de boca como esperaba.
Estoy de acuerdo en que el escalonado ascenso del argumento hacia su clímax es uno de los máximos aciertos de la obra. Al principio parece que la historia derivará hacia un lado, pero poco a poco las huellas marcan otro camino, y el nivel de la acción no desfallece: los enemigos cada vez son superiores, las amenazas más peligrosas, el desenlace más oscuro, y las posibles salidas más inalcanzables. Los protagonistas juegan muy bien sus papeles de héroes anónimos, empujados por el destino y por una causa mayor. Los recursos fantacientíficos utilizados tienen algún que otro agujero (¿los invasores utilizan el mismo lenguaje que los humanos?¿se denominan a sí mismos con los mismos apelativos con que los han bautizado popularmente los habitantes de la Tierra?), aunque es lógico teniendo en cuenta que estamos hablando de ficción y no de física cuántica, vale.
Sin embargo la primitiva estructura por entregas se resiente al presentar la historia en su integridad. Los resúmenes al inicio de cada capítulo de lo que acabámos de leer en la página anterior rompe el ritmo, efecto que se repite con los finales, obligados a dejar al lector siempre con la boca abierta. Tampoco me ayuda la omnipresencia del narrador y de los -en algunos momentos- farragosos textos de apoyo empeñados en describir todas y cada una de los elementos que ya podemos ver en las viñetas. Evidentemente esos reproches no tienen demasiado sentido, lo sé, como sé también que al juzgar el cómic he de considerar las condiciones de publicación originales, sin embargo, como lector, no puedo evitarlo, por mucho que me conciencie.

14/5/08

A todo color


¿Quién es el Capitán América? es un tomazo de doscientas páginas que recoge tres de los momentos clave en la historia del “centinela de la libertad”: su primera “muerte” justo cuando Rick Jones se convierte temporalmente en su compañero de andanzas (del número 110 al 113 de la serie original, de febrero a mayo de 1968); el enfrentamiento con el Capitán América de los años cincuenta (del 153 al 156, de septiembre a diciembre de 1972); y la recuperación del personaje en la primitiva serie de Los Vengadores (en concreto en el número 4, editado en 1964). El nivel, siempre que se mezclan tebeos de épocas y autores diferentes, es algo desigual, pero en líneas generales resulta muy entretenido. El principal inconveniente, sin embargo, está en la edición en puro blanco y negro. ¿Porqué editar una compilación de materiales clásicos, que se pretende, por lo tanto, canónica, o al menos perdurable, en un formato que no es el original en color? Los responsables del guión y del dibujo, incluso del entintado, sí están acreditados al principio de cada capítulo, no así los coloristas, lógicamente. ¿Para qué indicarlo si no se ve ni rastro de su trabajo?

Esa triste estratagema es similar a la que hace años llevaron a cabo desde la todopoderosa Turner Broadcasting System coloreando las películas de la Metro Goldwyn Meyer y otros estudios míticos. Esto, lo de Panini (que hereda así la penosa tradición de Vértice, Bruguera y también Planeta De Agostini con su Biblioteca Marvel), es en plan más casero y más cutre. Resulta totalmente absurdo leer en el interior de las historietas que componen este ¿Quién es el Capitán América? referencias continuas a los colores del uniforme del personaje protagonista, o al tono rojizo de las alas de la mascota de Halcón, o al tono de piel de los habitantes de Harlem, sin poder reparar en ellas, por mucho que nos lo imaginemos. Y para dotar a la situación todavía de mayor incoherencia, ahora la propia editorial Panini, amén de iniciar una interesante reedición en condiciones de los grandes clásicos de la casa (X-Men, Los Cuatro Fantásticos, Los Vengadores) desde sus primeros números titulada Marvel Masterworks, anuncia una nueva colección –Marvel Gold- que recogerá grandes sagas del Universo Marvel a todo color. Y para arrancar los primeros números estarán dedicados al trabajo de Roger Stern y John Byrne en la serie ¡Capitán América! ¿Porqué unas historias sí, y otras no? ¿Merecen mejor trato Stern y Byrne que Steranko o Sal Buscema?

Además, esa adulteración no abarata tanto el precio de venta del libro (15 €) como para justificarla, ni en ese caso ni tampoco en el de la reciente obra Capitán América: El imperio secreto, publicada en las mismas condiciones (20 €). Se oye de vez en cuando la excusa de que al estar reproducido en blanco y negro se aprecia mejor el trabajo de los dibujantes, pero siguiendo esa misma regla de tres deberíamos despojar a los cómics de todo aquello (textos, globos, onomatopeyas) que entorpeciera la simple admiración de las ilustraciones, dando como resultado “algo” que tal vez fuera muy bonito pero que no sería un cómic.

11/5/08

Os dejo con Carlos Vermut






Gually: La primera historieta de Carlos Vermut que leí fue Mighty sixties, un trabajo que me sorprendió. En aquel momento me pareció un planteamiento retro paradójicamente novedoso dentro del panorama de la historieta española. Y además, viendo tu posterior evolución, no parece una obra tuya: guión ajeno, a medio camino entre el relato corto y el álbum largo, en blanco y negro, con un estilo más cartoon, menos personal, tal vez. ¿Estás de acuerdo? ¿Cómo recuerdas ese tebeo?

Carlos Vermut: Fue mi primer tebeo, el guión era de Pedro Belushi, que es un guionista todoterreno, muy activo, está metido en mil cosas. El dibujo estaba más influenciado por los comics de superheroes de Bruce Timm y Oeming, dibujantes a su vez muy influidos por los comics de los años sesenta y la temática pulp. El cómic, de hecho era un cómic de superhéroes. Yo lo veo con el tiempo y sí me veo en él. De alguna manera, detrás de la capa del dibujo, que es la más evidente, creo que existe un nexo que une ese trabajo y lo que hago ahora.

G: Imagino que tu punto de partida y tu forma de trabajar según te enfrentes a una historieta corta (como las recogidas en Psicosoda) o a una obra larga (El Banyán rojo) cambiará bastante. ¿Es así? ¿Cómo describirías tu forma de trabajar?

CV: Las historias cortas son agotadoras, eso para empezar. Es como un archivo zip, tienes que comprimir todo y meterlo en dos páginas, cuatro… El trabajo de selección de la información es mucho mayor. Una obra larga es más de dejarse llevar, no exige tanta precisión en tan poco espacio, hay que dilatar más los acontecimientos y lo que importa al final es el conjunto. Una historia corta es un truco, funciona o no.
Ahora estoy trabajando en el nuevo cómic y casi me he olvidado de cómo trabajaba antes. Dibujo muchas veces los guiones gráficos, los storyboards, hasta que veo que tienen sentido. Rara vez escribo dialogos o un guión escrito, pero ahora lo estoy haciendo con algunas escenas, trabajo mucho los capitulos por separado, que sean como pequeñas historias, pero que al unirlos formen un todo. No delego tanto en el final como explicación de ese todo.

G: Cuándo te planteaste las historietas del ciclo “Doble sesión” ¿ya sabías dónde aparecerían publicadas y en que condiciones? Al verlas juntas ganan entidad y coherencia, lo cual no quiere decir que no funcionen bien por separado ¿no?

CV: No, la historia de “Doble sesión”, la primera, la de los romanos, se me ocurrió un día en mi antiguo trabajo. Debería estar muy aburrido. Pocos meses despues decidí presentarme al Injuve y se me ocurrió dar forma a esa idea original y presentarla. Cuando conocí a Ricardo Esteban, editor de Dibbuks, me propuso meterla en el Manglar. Era una historia que acababa, que había hecho un año antes y no tenía previsto continuarla, pero pensé que quizá podía ser una serie, le dí muchas, muchas vueltas y al final pensé que la formula de pelicula dentro de película dentro de película podía funcionar. Eso es “Doble sesión”.

G: Y con El Banyán rojo ¿tenias ya convencido a algún editor?

CV: Hice el proyecto para llevarlo al festival de Angouleme de hace dos años, buscando editor. No conocía a nadie, me fui solo. Justo cuando llegué conocí allí Ricardo Esteban, le enseñé el proyecto y poco despues decidió publicarlo. A los pocos meses Paquet se interesó por el proyecto también, y salió publicado en agosto del 2007 en Francia.

G: He podido leer que actualmente estás trabajando en una extensa novela gráfica sobre el pintor Vincent Van Gogh. En ese mismo artículo se afirmaba que te alejabas de la historieta de género para dar a luz algo más intimista, más difícil de calificar. ¿Cómo describirías tú ese nuevo cómic? ¿Sabes ya cuando saldrá al mercado?

CV: Esto debí preverlo. En su momento no le di excesiva importancia. Ese artículo al que te refieres está escrito basándose en una entrevista por teléfono, en un momento mencioné que mi nueva novela gráfica se desarrollaba en Bangkok, o trataba sobre Bangkok y creo que Álvaro Pons, el redactor, confundió la capital de Tailandia con el pintor holandés.
La nueva novela se titulará Goldenhive. Trata sobre varias historias que tienen como nexo la ciudad de Bangkok. Son varios personajes que llegan a la ciudad en busca de algo, que acaban cruzándose casualmente alterando de este modo sus propios objetivos.
Es la historia que más he cuidado hasta la fecha, me lo estoy tomando con calma, porque quiero acabarla y estar realmente satisfecho con el resultado. No quiero precipitarme en exceso, pero tampoco quiero obsesionarme demasiado. No es una historia de género propiamente dicho, pero elementos como el misterio, la aventura, o el amor tienen un papel muy importante. Si todo va bien, espero que vea la luz durante el 2008.


G: En 2006 recibiste uno de los premios del Injuve, y al año siguiente fuiste nominado como mejor autor revelación en el Salón del Còmic de Barcelona. ¿Qué suponen para ti esos reconocimientos? ¿Son un impulso para seguir adelante?

CV: Creo que los premios sirven tanto de puertas para dentro como de puertas para fuera. Te ayudan a creer más en lo que haces, y ayuda a que los demás crean más en lo que haces. Pero claro, tambien te obligan en cierto modo a exigirte más y los demás te exigen más, a justificarlos en cierto modo.

G: Con la aparición de revistas y cada vez más editores ¿Se puede decir, ahora y aquí, que en España se ha profesionalizado el mundo de la historieta? ¿Hay más salidas para los jóvenes historietistas?

CV: En España existen muchas editoriales, pero aun no se puede hablar una industria autor cómic profesional. No conozco cuales son las claves para cambiar eso, pero creo que tienen que ver con algo que vas más allá del propio mundillo del cómic. Creo que responde a algo más cultural, en España no se puede vivir del cómic, porque realmente no hay lectores suficientes. Poco a poco el número de lectores crece, porque comienza a surgir un comic más adulto, pero tenemos que ser pacientes. Los autores españoles que viven del cómic trabajan para editoriales extranjeras. Podemos decir que se puede vivir del comic EN España, pero no PARA España.
No obstante creo que es un momento que los jóvenes autores tenemos que aprovechar y, sobre todo, disfrutar.

9/5/08

¿Noveno arte?





Han transcurrido ya treinta y seis años desde la publicación de El lenguaje de los cómics, uno de los libros sobre historieta pioneros en España. Su autor, Román Gubern, ya había editado varias monografías sobre el mundo del cine (Godard polémico, Historia del cine, McCarthy contra Hollywood), la televisión o la literatura popular (La novela criminal), sobre los medios de comunicación de masas, en suma. Y la aparición de aquel tratado acerca de los misterios semióticos de lo que algunos ya empezaban a denominar noveno arte, se vino a sumar a una tendencia reivindicativa de las viñetas desde medios académicos o instalados, al menos, en las esferas de la alta cultura.
Todo esto viene a cuento de que Román Gubern acaba de ser nombrado miembro de la prestigiosa Academia de Bellas Artes de San Fernando como representante de algo bautizado como las “Nuevas Artes de la Imagen”. No sé si esa denominación abarca también a los tebeos (son arte ¿no?, y más “nuevo” que la pintura o la escultura), de hecho en los artículos que he podido leer sobre esta noticia ninguno hacia la más mínima mención a sus trabajos sobre la historieta, bien en solitario (Literatura de la imagen), bien acompañado por Luis Gasca (El discurso del cómic) o Javier Coma (Los cómics en Hollywood). Supongo que eso es debido a que a Gubern le ha sido reconocida dicha condición básicamente por su relación con el cine: ha ejercido de historiador, teórico, guionista y director de largometrajes, entre otras cosas. De cualquier manera me alegro de ese nombramiento, y de que las “nuevas artes de la imagen” tengan su sitio en las instituciones con pedigrí.

7/5/08

El concursazo




El pasado domingo arrancaba en Cuatro un nuevo concurso titulado El Gran Quiz. La introducción y la explicación de la mecánica del concurso fue bastante farragosa, y no había manera de que empezara lo bueno, esto es, las preguntas y las meteduras de pata de los concursantes. Sin embargo la sorpresa llegó con las pruebas de selección previas. ¿A que no sabéis cual fue el tema elegido en la primera eliminatoria? Pues sí, la historia del cómic. No creáis que las preguntas eran muy complicadas, nada de eso, pero para aquellos no acostumbrados a leer historietas podían tener su dificultad. ¿Qué personaje del tebeo español soñaba constantemente con pollos asados y bocadillos?¿cual es el nombre de la famosa editorial de los cómics de Spider-Man, el Capitán América o Hulk?¿qué marinero obtenía su fuerza con el consumo de espinacas? (aquí habría que explicar que lo de las espinacas surgió en los primeros cortos animados de Popeye). Todas en esa línea.
Y para acabar de redondear la fiesta uno de los concursantes clasificados fue Luis Alberto Maldonado, un dibujante de cómics, ahí es nada. Supongo que el premio final de 400.000 euros es más sustancioso que el negocio de los tebeos.

6/5/08

Yo también compito



¿Y ese título? Pues lo he tomado prestado de un episodio de Los Simpson (posiblemente una de las mejores series de televisión de la Historia). Es uno en el que Marge se mete a policia pese a la oposición de Homer y de la mayoría de los miembros del cuerpo. En fin, aprovechando que Marge está de guardia Homer monta una timba de poker en su casa con Moe, Lenny, Carl, Barnie y Herman, el dueño de la tienda de antigüedades militares. De repente Herman se escabulle hacia el garaje ("la choza del coche", según Moe), Homer sospecha, le sigue y le sorprende trapicheando con pantalones vaqueros falsos. Y ahí le suelta un discurso de los suyos, de los buenos, diciéndole que está traicionando a gente como Levis Strauss, que se atrevieron a meterse en el mercado sobresaturado de jeans con un lema: "yo también compito".

Pues eso, que de la misma manera que hay muchas marcas de vaqueros también hay muchos blogs sobre tebeos, mejor informados, más activos e interesantes que éste, no lo dudo. Pero yo también tengo ganas de decir la mia. Y aquí arrancamos.