8/7/08

Leyendas en el exilio

Curioseando por la blogosfera me encontré ayer con esta foto que data de 1992. En pleno estallido de Image, cuando las estrellas del firmamento superheroico se largaron para fundar su propia editorial, otros cinco nombres, ya veteranos, y plenamente reconocidos, decidieron coger los trastos y crear el sello Legend para Dark Horse. Frank Miller, John Byrne, Geof Darrow, Mike Mignola y Arthur Adams. Desde entonces suertes desiguales para cada uno de ellos. Mientras Miller y Mignola han conseguido, gracias al cine, entre otras cosas, dar mayor lustre a su firma, otros, y estoy pensando sobre todo en Byrne y en Adams, han pasado a un segundísimo plano.

6/7/08

Tintín ya no vive en Moulinsart


Ya lo comentó Álvaro Pons hace unas cuantas semanas, y supongo que el siguiente texto ya habrá circulado bastante por la red, pero no está de más que conozcamos directamente la versión de los implicados. Son Antonio Altarriba y Paco Camarasa, autor y editor, respectivamente de Tintín y el loto rosa. Por cierto, el título de la entrada es suyo también.

"Queridos amigos:

A finales de 2007 y con motivo del centenario de Hergé publiqué un libro en Ediciones de Ponent titulado Tintín y el loto rosa. Se trata de un homenaje a un autor que admiro y en el que agrupo varios ensayos así como un relato de ficción donde presento a Tintín doce años después de la muerte de su autor. Alejado de la aventura y de sus justicieras resoluciones, el mundo de nuestro héroe se ha venido abajo. Haddock ha caído en el alcoholismo, el profesor Tornasol ha ingresado en una sanatorio psiquiátrico y –lo peor- Milú ha muerto. En un intento de superar la depresión, Tintín recupera su profesión de reportero. Pero los tiempos han cambiado y sólo encuentra trabajo en la prensa sensacionalista del corazón. A partir de ahí lo embarco en una aventura muy “tintinesca” en la que, escéptico y adulto, acaba iniciándose en el sexo.

Conocedor del rigor con el que la Sociedad Moulinsart gestiona los derechos de la obra de Hergé, utilicé como ilustraciones antiguos trabajos de Ricard Castells y cuadros alusivos del pintor hiperrealista Hernández Landazábal. El conjunto, primorosamente maquetado por Cristina García Lautre, se convirtió en un volumen cuidado y elogioso con la obra de Hergé. Sin embargo tanto Ediciones de Ponent como yo mismo no tardamos en tener problemas. Moulinsart presionó a la FNAC para que retirara el libro de sus estanterías. Gracias a la rápida reacción del abogado de De Ponent, logramos que la FNAC reconsiderara su decisión y repusiera los libros. Pero a las pocas semanas Moulinsart volvió a la carga y, si bien no encontró “delito” en las ilustraciones utilizadas, consideró que mi relato “pervertía la esencia del personaje”. Para no ir a juicio nos ofreció el siguiente acuerdo: mantener en distribución el libro hasta que se agotara y renunciar a cualquier reedición posterior. A la vista de la legalidad vigente y siguiendo los consejos de nuestro abogado, tanto Ediciones de Ponent como yo hemos aceptado el acuerdo. Quedo por lo tanto como delincuente en ciernes, pervertidor potencial de Tintín y con un libro, del que ya quedan pocos ejemplares, condenado a no volver a ver la luz.

Disfrutad de las viñetas mientras podáis o hasta donde os dejen sus derechohabientes y mucho cuidado con los modelos en los que os inspiráis, las alusiones que hacéis o las referencias que utilizáis".